El Dépor cae al abismo de Tercera

El declive total de un Derpotivo a la deriva llegó en la temporada 1973-74. Los herculinos descendieron a la Tercera División (por entonces, categoría de bronce) y se vivieron situaciones de máxima incertidumbre

Soeane jugó en tres categorías

El Deportivo no logró mantenerse en Segunda a pesar de haber luchado hasta la última jornada por continuar en Primera el año anterior. Ocurrió en la temporada 73-74. Un año marcado por la inestabilidad del club y la decepcionante imagen ofrecida sobre el terreno de juego.

Manuel Sánchez Candamio había asumido la presidencia el verano anterior, tras la dimisión de Antonio González, para afrontar la más que complicada tesitura económica y encabezar el reto de regresar a la categoría de oro.

Los resultados no acompañaron nunca durante aquel curso aciago. El chileno Fernando Riera comenzó la temporada en el banquillo, pero fue sustituido muy pronto por Carlos Torres, quien, a su vez, es destituido antes de comenzar la segunda vuelta. Enrique Orizaola ocupa después el banquillo, pero no logra enderezar el rumbo. José Antonio Irulegui es el técnico encargado de dirigir a un equipo abocado ya al descenso.

El periodista Enrique Mariñas resumía así aquel enorme fracaso en un artículo publicado al acabar la competición:

El Deportivo era un club al que le venía estrecha la Segunda y ancha la Primera, o lo que es lo mismo, que no había división para sus medidas. En cambio, lo de ahora, con descenso al sótano, al oscuro sótano, es una tragedia auténtica, colofón y remate de una serie de desaciertos en cadena que se iniciaron apenas puesto el balón en juego el 2 de septiembre en el terreno cordobés de El Arcángel y cosechar la primera derrota por 2-0, un tanteo que además habría de repetirse profusamente a lo largo de un torneo en el que se marcaron 30 goles en 37 encuentros, cuatro de ellos únicamente en las salidas. Lo que se dice un auténtico, total e irremediable desastre, llamadas sean las cosas por su nombre. El porvenir se presenta de una tenebrosa negrura  y cargado de interrogantes de muy difícil contestación.

Jugadores muy relevantes en la historia del club formaban parte de aquella plantilla que no logró permanecer en la división de plata. Es el caso de Seoane, Belló, Ríchard Moar, Loureda y Beci. David Vidal, cuya trayectoria se desarrolló principalmente en Cádiz, también participó en aquella Liga. Aquel año debutaron, además, Ramón Piña y Castro.

Antonio Álvarez se hizo cargo de la presidencia e Irulegui siguió en el banquillo con el objetivo de devolver al Deportivo a Segunda. Una nueva historia que tendrá su espacio en otra ocasión.