Una agradable tarde de domingo, el histórico goleador brasileño deleitó a los aficionados presentes en Riazor con cuatro momentos de euforia en los últimos minutos de un encuentro con el Albacete. Bebeto descargó así su rabia tras un encontronazo con Toshack en el descanso de aquel partido
El Deportivo causó sensación durante la pretemporada de 1995. Los blanquiazules habían cerrado el curso anterior con un 2-8 en el campo del Albacete (en las gradas del Multiusos de San Lázaro se oía "Dépor, Dépor", ya que el Compostela se jugaba la permanencia y miraba de reojo a los manchegos, cuya meta defendía José Francisco Molina). El subcampeonato de Liga precedió a la obtención del primer título oficial del club en la final de Copa contra el Valencia que culminó la etapa de Arsenio Iglesias en el banquillo deportivista.
El galés John Benjamin Toshack se encargó de liderar el cuerpo técnico para afrontar una prometedora campaña. Y la racha positiva continuó, aumentando las expectativas de los aficionados. El Dépor le endosó un 7-0 al Bayern de Munich en un torneo disputado en Cartagena. Ese mismo verano, los herculinos alzaron su segundo título oficial: la Supercopa disputada frente al Real Madrid. Y la Liga dio el pistoletazo con una nueva goleada en Riazor frente al Valencia. El Deportivo estaba en forma y generaba una ilusión desbordante que mitigó el Compostela en la segunda jornada con una sorprendente victoria de los santiagueses, entrenados por Fernando Vázquez, por cuatro goles a cero.
Las dudas imperaron desde entonces en el seno del club coruñés. En la 5ª jornada, los blanquiazules recibían al Albacete y tenían la obligación de ganar para mantener sus aspiraciones. Y la tranquilidad llegó en el minuto 2 de juego, cuando Bebeto abrió la lata con uno de sus remates característicos: una tijera lateral dirigida al palo contrario. La mínima ventaja del Deportivo se mantuvo hasta el descanso.
Según revela Paco Jémez en una entrevista publicada en Jot Down, en el vestuario se vivó un momento de tensión entre Toshack y el delantero centro. El técnico galés hizo referencia a un par de ocasiones falladas por el crack brasileño, y éste amagó con cambiarse y dejar el partido.
La segunda parte pasaría a la historia. Nadie esperaba el atracón final. Bebeto anotó cuatro goles entre el minuto 83 y el 89. Un récord todavía imbatido. Riazor entero coreaba su apodo. Manolo Castelo se veía obligado a interrumpir los anuncios que se emitían en Radio Coruña tras cada movimiento en el marcador, porque enseguida se producía otro. Paco González se alejó del micrófono en Carrusel Deportivo aquella noche para ponerse de pie cuando tuvo la oportunidad de entrevistar a Bebeto en directo. Y TVE resumió así el partido para la sección de deportes del Telediario:
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