martes, 18 de diciembre de 2018

El día "después" de la temporada que abrió el ciclo dorado

La emisora privada de televisión Canal Plus comenzó sus emisiones a principios de los años 90 y su cobertura futbolística cambió la manera de disfrutar el fútbol gracias a su ambicioso despliegue técnico y humano, pero el estilo original y desenfadado de programas como El día después amplió la perspectiva de la afición al ocuparse de aquello que, en ocasiones, pasaba desapercibido en torno a cada evento liguero.

El exdelantero británico Michael Robinson emergió entonces como una figura cuyo criterio futbolístico y simpatía particular lo situaron como un personaje inconfundible que contribuía a observar con más profundidad el espectáculo de cada fin de semana.

Las primeras temporadas de El día después se ofrecieron en abierto los lunes pasadas las 20h. Los goles y las jugadas más impresionantes tenína un hueco fijo en cada episodio, mientras los cánticos más sorpendentes de las aficiones se incluían en la sección "Coros y danzas".

El momento más esperado por la audiencia, a menudo, consistía en otra sección que resumía lo más extraordinario de entre todas las imágenes captadas por la cámaras de televisión en cualquier recinto. "Lo que el ojo no ve" motivaba durante la semana conversaciones animadas entre seguidores de toda España.

Canal Plus resumió en estos 90 minutos la temporada 1992-1993, en que irrumpe el Súper Dépor, que finaliza en tercer lugar el campeonato. El FC Barcelona de Cruyff conseguía su tercer título de Liga consecutivo; como la temporada anterior, aprovechó en la jornada final el tropiezo del Real Madrid en Tenerife. 





Este reportaje (cuyo título en Youtube muestra, por equivación, que se centra en la temporada 1991-1992, cuando en realidad se trata de la siguiente) recoge los momentos más destacados de un encuentro entre Deportivo y Atlético de Madrid en que el colegiado Pajares Paz accedió a utilizar un micrófono durante el juego, así como la insólita reacción del técnico argentino Carlos Bilardo ("pisalo, pisalo") después de que Maradona golpease involuntariamente la nariz del defensa deportivista Albístegui durante la visita del Sevilla al feudo coruñés.

jueves, 29 de octubre de 2015

El primer Euro Dépor, una pasión que recorrió el continente

Algunas noches mágicas para todos los deportivistas se vivieron con la disputa de la Copa de la UEFA y la desaparecida Recopa. Enfrentarse a grandes de Europa y ofrecer sorpresas al público suponía dar continuidad al sueño que se estaba viviendo.

El balón golpeado por Bebeto penetra la meta del Dortmund


Tras la celebración de la temporada 92-93, toda España se enamoró de aquel modesto club que, sin que nadie pudiera preverlo, se había situado al nivel de los todopoderosos durante su segundo año consecutivo en la Divisón de Honor, después de casi dos décadas en categorías distintas.

El Deportivo concluyó la Liga en el tercer puesto, accediendo por primera vez en su historia a una competición de nivel continental. En aquel momento, tan solo el primer clasificado entraba en el cuadro de equipos que jugaba la Liga de Campeones, por lo que los blanquiazules iniciaron su periplo europeo en la UEFA.

El sorteo deparó como primer rival al Aalborg de Dinamarca en los 1/16 de final, y el conjunto coruñés debutó un 14 de septiembre con una derrota por un gol a cero fuera de su estadio. Dos semanas más tarde, el Deportivo fulminó a los daneses en Riazor gracias a un hattrick de Bebeto y otros dos goles de Claudio Barragán. El Aalborg era entonces un club en auge que logró la primera liga de su palmarés al año siguiente.

En 1/8 de final, el Deportivo se cruzó con el potente Aston Villa británico, que arañó un empate a un gol en el partido de ida disputado en el recinto herculino, en un encuentro que igualó Pedro Riesco a escasos minutos del final y que había comenzado con un penalti errado por Bebeto. De hecho, la mala racha del brasileño desde los once metros provocó que Donato y, como segunda opción, Djukic, se conviertiesen en los lanzadores habituales.

El equipo estaba realizando de nuevo una gran campaña liguera, pero resultaba difícil presagiar que haría enmudecer al Villa Park con el inolvidable tanto de cabeza de Javier Manjarín para aprovechar el centro del lateral Nando desde la izquierda. Paco Jémez comentaba el partido durante la retransmisión en directo de Antena 3:



Un Deportivo eufórico no sería capaz de superar los cuartos de final al caer por la mínima en los dos encuentros que le enfrentaron al Eintracht de Francfort alemán.

La temporada 94-95 se saldaría con un balance similar en la UEFA. Tras eliminar al Rosenborg y al Tirol Innsbruck goleando en los partidos de vuelta celebrados en casa, el sorteo de cuartos de final propició un duro escollo: el Borussia Dortmund.

En Riazor, el Deportivo obtuvo una gran victoria con un memorable tanto de Bebeto, que controló el balón con el pecho antes de golpearlo con su pierna buena para que se introdujese en la portería germana tras pegar en la cruceta.

El Dortmund niveló la eliminatoria en el partido decisivo y ambos equipos se vieron obligados a decantar la balanza en una agónica prórroga. Los coruñeses, con una defensa bien organizada, disfrutaron de buenas ocasiones al contragolpe, y Alfredo Santaelena, en el minuto 102, elevó el esférico por encima del portero transformando en gol un peculiar centro-chut. La alegría se desató hasta que un arreón alemán la deshizo. En dos minutos, el Borussia Dortmund ponía el definitivo 3-1 en el marcador para desolación de los hinchas blanquiazules.

La temporada acabó con un subcameonato en el torneo de la regularidad y con la magnífica victoria ante el Valencia en la final de la Copa del Rey celebrada en el Bernabéu. El Deportivo pasaba, de este modo, a disputar la Recopa, en compañía del Real Zaragoza dirigido por Víctor Fernández, vigente ganador del trofeo.

Con Toschack sucediendo a Arsenio Iglesias en el banquillo, los seguidores herculinos sufrieron una enorme desilusión debido a la irregular marcha del club coruñés tras las enormes expectativas generadas. En cambio, el Deportivo alcanzó resultados espectaculares en el campeonato europeo.

En la primera ronda, el Dépor viajó a Chipre para enfrentarse al Apoel de Nicosia, sin que el marcador se moviese en todo el partido. En el choque de vuelta, sin embargo, los chipriotas encajaron un salvaje castigo al recibir nada menos que ocho goles en su portería. Por tercer año consecutivo, Bebeto anotaba un hattick en un partido de dieciseisavos. A la fiesta se unieron Radchenko (por partida doble), Beguiristain, Donato y Aldana.

Tras deshacerse del Trabzonspor turco, la escuadra gallega tuvo que medirse al Zaragoza. En la ida, jugado como local, venció por uno a cero a los maños con gol del canterano David Fernández Miramontes, que causaba sensación en la grada gracias a su desborde y su visión de juego.

Las situación se complicó cuando Morientes adelantó al Zaragoza en la vuelta, pero un gol de Bebeto dio a los coruñeses el pase a su primera semifinal europea.

El temible Paris Saint Germain era el rival en aquella eliminatoria. En Riazor, el Deportivo desaprovechó varias ocasiones y Djorkaeff puso en ventaja a los galos en el último minuto. Los blanquiazules ofrecieron una buena imagen en el Parque de los Príncipes, pero sucumbieron nuevamente debido a un gol marcado por otro internacional francés, el delantero Patrice Loko.

A la postre, el PSG ganaría la competición al doblegar en la final al Rapid de Viena.

El Deportivo tardaría año y medio en volver a disputar un torneo continental, pero desde aquellas primeras participaciones es habitual que quien tenga la oportunidad de preguntar por A Coruña en cualquier zona de Europa reciba como respuesta una mención a su equipo de fútbol. Acababa de nacer el Euro Dépor.


domingo, 5 de julio de 2015

Los 'Pichichis' del ataque herculino

Tres delanteros han logrado hasta ahora alzarse con el trofeo Pichichi enfundados en la elástica blanquiazul del Real Club Deportivo. Bebeto, Tristán y Makaay participaron en la época dorada del club y lograron diversos títulos oficiales con la entidad coruñesa

BEBETO, RAPIDEZ Y EFICACIA

Bebeto fue Pichichi de la Liga con el Deportivo de La Coruña en 1993
El brasileño Bebeto 

Una estrella brasileña se encargó de consumar, con sus goles, la vertiginosa evolución de un club tradicionalmente humilde. José Roberto Gama de Oliveira cruzó el charco en 1992 para integrarse en el Deportivo, después de haber militado en el Flamengo y el Vasco de Gama. La grada de Riazor, que pronto comenzó a llenarse, se acostumbró a corear su apodo futbolístico: Bebeto. El bahiano era un hombre letal como ningún otro en el área. Los coruñeses acabaron la Liga en el tercer puesto y él fue el máximo goleador del campeonato con un total de 29 dianas, batiendo en alguna ocasión a todos sus rivales a excepción del Valencia. Su apariencia frágil iba ligada a su velocidad y su oportunismo. Bebeto apenas perdía balones y aprovechaba cualquier espacio. Entre sus brujerías más recordadas se encuentra un gol convertido frente al Espanyol tras romper por partida doble la cintura de su marcador, con taconazo incluido en carrera; también es difícil cansarse de ver el control de pecho y el posterior derechazo a la escuadra en la ida de un partido de cuartos de final de la Copa de la UEFA contra el Borussia de Dormunt, equipo que prácticamente lo tenía atado antes de que Lendoiro irrumpiese en las negociaciones; en su último año como deportivista, además, machacó al Albacete con cinco 'chicharros', cuatro de ellos registrados en los últimos minutos.

DIEGO TRISTÁN, CONTROVERSIA Y TALENTO

El andaluz Diego Tristán fue Pichichi en el año 2002 al marcar 21 goles para el Deportivo de La Coruña
Tristán evita a un rival
A finales de los años 90, un chaval de la localidad sevillana de La Algaba soñaba con subir al primer equipo del Real Betis. Dos años después decidió probar fortuna en las categorías inferiores del Real Mallorca, donde coincidió con Albert Luque, y debutó en Primera de la mano de Fernando Vázquez a comienzos de la temporada 99-00. Con 23 años, Diego Tristán se había convertido en toda una revelación, un delantero que firmó un contrato con Lorenzo Sanz cuando éste era candidato a continuar en la presidencia del Real Madrid. La victoria de Florentino Pérez, que había contratado al barcelonista Figo, dio un vuelco a la situación. El andaluz recaló en el Dépor, que desembolsó una importante cantidad de dinero para hacerse con sus servicios. Esas expectativas provocaron que, desde un principio, fuese un jugador muy discutido por algunos sectores de la afición coruñesa. En su primer año como blanquiazul, el algabeño produjo una magnífica cifra de goles y superó al holandés Roy Makaay, aunque concentró sus 19 tantos en sólo nueve partidos. Se gran temporada como deportivista, en cambio, fue la siguiente: sin tratarse de un indiscutible en el once inicial, consiguió fusilar en 21 ocasiones la portería contraria, lo que le permitió concluir como máximo goleador del campeonato liguero. Tristán destacaba por su habilidad, su talento para el regate y la precisión de sus disparos, si bien sus críticos consideraban que solía empacharse de balón.

MAKAAY, EXPLOSIVIDAD Y PEGADA

El holandés Makaay logró varios títulos con el Dépor y obtuvo el Pichichi y la Bota de Oro en 2003
Makaay, garantía de grandes goles
Roy Makaay era una gran promesa del fútbol holandés cuando, con 22 años, el Betis se planteó la opción de incorporarlo a su plantilla. El delantero recaló finalmente en Tenerife, club con el que desciende en su segunda temporada en España. El Deportivo logra entoces su traspaso para reforzar los puestos de ataque. El Turu Flores había encandilado a la grada la campaña anterior, pero Jabo Irureta se decantó por Makaay desde un principio para la zona del '9', mientras que el argentino dispuso de más minutos en la banda izquierda. Y el holandés no decepcionó a su técnico; en su debut liguero en Riazor, Makaay fustigó al Deportivo Alavés con tres goles en los que demostró muchas de sus cualidades: excelente remate de cabeza, descaro, velocidad pasmosa a la contra, pontente chut con ambas piernas e impecable golpeo de primeras. El Deportivo se proclamó campeón de Liga y su delantero centro anotó el gol de la sentencia en el último partido. El posterior fichaje de Diego Tristán le obligó a pugnar por la titularidad, especialmente durante la segunda temporada del andaluz en el conjunto gallego, por lo que Irureta se acostumbró a desplazar a Makaay a la posición de extremo derecho. Pese a ello, los mejores números del holandés llegaron en la temporada 2002-2003, cuando selló 29 tantos en 38 partidos, lo que valió una Bota de Oro.




viernes, 26 de junio de 2015

Los 'Zamoras' de la meta deportivista

El Deportivo ha dispuesto de grandes porteros desde su fundación. Todos ellos merecen una dedicatoria, pero sólo cuatro consiguieron ser los guardametas menos goleados de Primera División durante su estancia en A Coruña. Por ese motivo, dos de ellos recibieron el trofeo Zamora que otorga el diaro Marca desde 1959

JUAN ACUÑA, EL DUEÑO DEL ÁREA

Juan Acuña defendió la meta del Deportivo durante casi dos décadas y logró en cuatro ocasiones proclamarse portero menos goleado de Primera División
Juan Acuña despeja un balón en una valiente salida
El mítico 'Xanetas' nunca dejará de recibir menciones y homenajes. Es sencillo averiguar los motivos de tanto halago a un hombre clave en la historia del Deportivo. Acuña debutó con el club herculino cuando apenas tenía 15 años de edad, y defendió la portería coruñesa el año del primer ascenso a la División de Honor, en 1941. Las dos temporadas siguientes se convirtió en el portero menos goleado de la categoría, lo que le llevó a debutar con la selección española sustituyendo a Martorell en un partido contra Suiza. De nuevo tuvo el honor de ser el meta menos batido en la temporada en las temporadas 49-50 (año del primer subcampeonato) y 50-51, cuando firma su mejor contrato con el club gallego y pasa a cobrar un sueldo de 2.500 pesetas mensuales. Sin embargo, durante toda su trayectoria arrastra problemas en un hombro debido a una lesión producida en 1940 tras tropezar con otro jugador en una de sus espectaculares salidas. A ello había que unir sus preocupantes aumentos de peso, que le obligaron a retirarse de forma prematura. Se cuenta que su liderazgo llegaba hasta tal punto que arengaba a sus compañeros gritándoles: "meted un gol, que yo me encargo del resto", y que Ricardo Zamora le nombró su sucesor tras un homenaje a Ramón González. Acuña abandonó el fútbol en 1955 y se convirtió en un trabajador más de la Refinería.

JUAN IGNACIO OTERO, LA MURALLA VERSÁTIL

Juan Ignacio Otero fue el portero menos goleado de Primera División en 1955, cuando defendía la portería coruñesa
El meta Juan Ignacio Otero
Este futbolista coruñés se formó en el Liceo de Monelos y el Sporting Ciudad antes de pasar a las categorías inferiores del Deportivo. En la temporada 1952-1953 alternó el puesto de guardameta titular con Acuña, que comenzaba su declive, y más tarde competiría con Lestón por ganarse el puesto. Otero fue el portero menos goleado de Primera División en 1954. En 1955 participa en la primera victoria coruñesa en el Teresa Herrera, y en octubre de ese mismo año cuaja una enorme actuación en el 1-2 endosado al Real Madrid en su estadio, algo que tardaría décadas en repetirse. Juan Ignacio Otero militó también en el Betis y en el Granada, y tuvo tiempo de demostrar el completo deportista que era al proclamarse subcampeón de España de natación.

PACO LIAÑO, EL PROTAGONISTA DE UN RÉCORD

El cántabro Francisco Liaño es mejor 'Zamora' de la historia del fútbol español al haber recibido sólo 18 goles en los 38 partidos de la Liga 1993-1994 en la que el Dépor perdió el liderato en la jornada final
Liaño coloca la barrera durante un partido del Dépor
La llegada del cántabro a Riazor se produjo por la necesidad de cubrir la baja del lesionado Canales. Liaño, formado en la cantera del Racing de Santander, fue el portero menos goleado de Segunda División con el Sestao antes de recalar en el Deportivo. En su primera temporada en el club fue el cancerbero que más minutos estuvo sobre el campo, pero tuvo que disputarse el puesto con el vizcaíno Josu y con el propio Canales. El albaceteño, un excepcional portero que se había criado en la cantera del Real Madrid, sufrió nuevos contratiempos (un accidente de tráfico, una rotura de ligamentos...) y se mantuvo siempre a la sombra de Liaño. En la temporada 1992-1993, cuando el cuadro blanquiazul despunta como conjunto capaz de plantar cara a los todopoderosos, Liaño se pierde sólo un encuentro y comparte el trofeo Zamora con Santi Cañizares, que entonces defendía la portería del Celta. No obstante, el resultado de la temporada siguiente sería asombroso; en colaboración con un entramado defensivo compuesto por los laterales Nanco y López Rekarte, los centrales Ribera y Voro y el serbio Djukic de líbero, Paco Liaño encaja sólo 18 goles en 38 partidos de Liga y es, de calle, el portero que menos tantos recibe. Un récord todavía imbatido. Más adelante participaría como titular indiscutible en los dos primeros títulos del Dépor: la Copa del Rey y la Supercopa, ambos logrados en 1995.

JAQUES SONGO'O, AGILIDAD Y CARISMA

Jaques Songo'o consiguió el trofeo Zamora con el RCD y fue el portero titular de la temporada en que los blanquiazules consiguieron la Liga
Songo'o realiza un saque de puerta
El franco-camerunés aterrizó en A Coruña en 1996 como un veterano arquero de 32 años conocido en la liga gala y al que algunos recordaban, quizás, por los seis goles que recibió en un partido del Mundial de EE.UU. '94. Muchos no entendieron su fichaje, ya que se había concretado la incorporación de Petr Kouba, quien destacó ese año con la selección checa que había llegado a la final de la Eurocopa. Además, Canales formaba aún parte de la plantilla y se oían elogios hacia el fabrilista Dani Mallo. Sin embargo, Songo'o se vio beneficiado por su condición de comunitario y obtuvo la titularidad de inmediato. El trofeo Zamora cayó en sus manos en su primera temporada en España. Dotado de unos reflejos despampanantes, su espectacularidad acabó por encandilar a la grada. Pero el camerunés fue, ante todo, el portero del año en que el Dépor ganó la Liga. A trece jornadas de la consecución del campeonato, Songo'o cabeceó al fondo de la red un córner botado en un partido que se jugaba en Soria, pero el colegiado anuló el tanto por una inexistente falta en ataque. Se trataba de un encuentro importante que remató con la victoria por la mínima del Numancia, aunque los blanquiazules conservaron la primera plaza hasta el final.



martes, 16 de junio de 2015

El Karbo Deportivo, 'dream team' de A Coruña

El Deportivo presumió de una brillante sección femenina que devoró a sus rivales a principios de los años '80. Las cracks que formaban el Karbo situaron en lo más alto de este deporte el nombre de la capital herculina

Jugadoras del Karbo a principios de la década de 1980
Ramón Carrasco y Mari Carmen Borrego, un matrimonio que regentaba un centro de enseñanza en Os Mallos, fundó en 1968 un club que pasaría a la historia del deporte local. Ambos unieron las primeras letras de sus respectivos apellidos para dar nombre al Karbo Club de Fútbol, un equipo compuesto inicialmente por 20 mujeres que jugaron su primer partido durante unas fiestas celebradas en la ciudad y entrenaban un par de veces a la semana.

El proyecto creció gracias a la pasión futbolera de las chicas del Karbo. A principios de los años '80, la plantilla se integra en el Deportivo de La Coruña como sección femenina del club.

El Karbo vence en las dos primeras ediciones de la Copa Reina Sofía, disputadas en 1981 y 1982. La Real Federación Española de Fútbol otorga carácter oficial a este torneo, que pasa a conocerse como Campeonato de España hasta que, en 1988, coincidiendo con la creación de la Liga Femenina, adquiere el nombre de Copa de la Reina. Y cómo no, el Karbo Deportivo logró también la victoria en el torneo oficial más prestigioso a nivel estatal en 1983, 1984 y 1985.

La seguridad defensiva de Geli, el talante organizador de Inma, el olfato goleador de Lis Franco (hija del argentino Rafael Franco, subcampeón de Liga con el Deportivo y miembro de la 'Orquesta Canaro') y la habilidad de compañeras como Ana, Olga, Tedi, Encarna, Carmencita, Tigi y Robi, eran algunos de los motivos para disfrutar del juego de las cracks blanquiazules.

Las dificultades económicas provocaron la desaparición del Karbo precisamente en 1988, antes de que comenzase a disputarse la Liga femenina de fútbol. Los triunfos de aquel club, sin embargo, deben animarnos a recordar que, para mucha gente, una sección femenina del Real Club Deportivo significaría un sueño hecho realidad y, para todos, supondría un importante avance en el terreno social.


miércoles, 10 de junio de 2015

Una derrota inimaginable frustra el ascenso en 1983

El Dépor rozó el ascenso a Primera Divisón en plena travesía por el desierto: un empate en Riazor bastaba para lograr el objetivo en la jornada final. Un motivado Rayo Vallecano evitó la fiesta deportivista a pesar de que su puesto en la clasificación resutaba ya irrelevante

El diario Marca destacó en su portada lo cerca que estuvo el Deportivo de La Coruña de conseguir el ascenso a Primera Divisón en 1983 y el papel del Rayo Vallecano en aquel final de Liga
Marca destacó en portada la sorprendente derrota del Dépor
Arsenio Iglesias regresó en 1982 al Deportivo de La Coruña para dirigir al equipo con el reto de lograr un ascenso que se resistía desde hacía casi una década, cuando el club abandonó la máxima categoría por última vez hasta entonces, precisamente la temporada en que el zorro de Arteixo cerró su primera etapa como entrenador blanquiazul.

Arsenio debutó como técnico deportivista en 1971 y consiguió el ascenso a Primera División tras vencer al Rayo Vallecano en Riazor por un gol a cero. El equipo madrileño aspiraba también al ascenso aquella tarde de fiesta. La temporada 1982-1983 acababa de nuevo con un encuentro en A Coruña frente al club vallecano. El Rayo, en esta ocasión, no se jugaba nada. Al Dépor, en cambio, le bastaba el empate para subir de categoría.

La ciudad de cristal ansiaba celebrar una victoria y se percibía la ilusión en las calles. Un Estadio de Riazor remodelado para acoger el año anterior partidos del Mundial de fútbol recibió a 30.000 personas preparadas para estallar de alegría.

El nerviosismo local y la intensidad visitante tuvieron como resultado un empate a cero en el marcador tras la disputa de la primera parte. El Deportivo lograba provisionalmente el acceso a la División de Honor. La gran decepción se vivió en la segunda mitad. Un gol del Rayo en el minuto 47 aumenta la tensión en la escuadra gallega. Sólo cuatro minutos después, en los instantes en que el Deportivo buscaba la reacción, una jugada desafortanuda para los blanquiazules permitió que el conjunto madrileño anotase el segundo gol. Ballesta redujo la distancia a pocos minutos del final del encuentro, pero la inesperada derrota se confirmó ante el asombro de todos.

Aquel marcador produjo el clásico ruido que sigue a este tipo de casos: sospechas sobre el ofrecimiento de primas, recelo ante las polémicas decisiones del árbitro, anásilis de la actitud del equipo rival... Viejas historias que, en esta ocasión, afectaron a los seguidores de un club que no volvió a la primera categoría hasta junio de 1991.