martes, 29 de abril de 2014

Fernández Florez y la rivalidad coruñesa

El escritor coruñés Wenceslao Fernández Flórez describió la intensa rivalidad que existía a principios del siglo pasado entre el Real Club Deportivo y el Real Club Coruña en un artículo publicado en el diario ABC

La historia de los orígenes del fútbol en la ciudad de A Coruña sería completamente distinta sin la participación de personajes como José María Abalo, que impulsó la creación del primer equipo de fútbol de la capital herculina, y Federico Fernández-Amor Calvet, director del prestigioso gimnasio que sirvió como embrión del actual Real Club Deportivo. De ellos se hablará largo y tendido en futuros posts. Pero me gustaría mencionar, en esta ocasión, a una figura destacada del periodismo y la literatura en el siglo pasado: Wenceslao Fernández Flórez. Hoy se cumpen 50 años de la muerte de este escritor coruñés.

Fernández Flórez inició su carrera en la prensa escrita a principios del siglo XX, y vivió de cerca la intensa rivalidad que surgió entre el Coruña y Deportivo. A finales de los años 40, en un artículo publicado en el diario ABC, describió así la enemistad que llegó a existir entre ambos clubes:

En España, el fútbol tuvo su aurora en Vizcaya y en Galicia. Lo trajeron los marinos británicos y los muchachos que iban a educarse a Inglaterra. Pronto fue pasión. Como en todas partes. Casi en mi adolescencia, el Club Coruña y el Club Deportivo escindieron la opinión de la capital gallega en antagonismos irreductibles tan hondos como ni antes ni después se conocieron. 

El vecino más entusiasta del Deportivo se llamaba Pelletier y era dueño de la mejor confitería de la ciudad. El partidario más ardiente del Coruña se apellidaba Vinós y era suya la más elegante camisería. Ambos, dos hombres de corrección impecable. 

Desde que sus preferencias los significaron, ningún "coruñista" volvió a probar los exquisitos pasteles de Pelletier. Vanamente se renovaban las tentaciones de aquel escaparate de la Calle Real, porque hasta una simple mirada a ellos ponía amargura en el alma y en el paladar de los discrepantes. 

Y para siempre jamás renunciaron los "deportivistas" a las embellecedoras corbatas, a los impresionantes bastones, a los gabanes ingleses que, en otro techo de la misma calle, convertían la muestra de Vinós en una seducción deslumbradora.

El Deportivo, por entonces, se consideraba un club abierto a todos los grupos sociales, mientras que el Real Club Coruña aparecía vinculado a las clases más acomodadas de la ciudad. Existen numerosas historias relacionadas con esta rivalidad, como el cisma que provocó la existencia de dos "Deportivos" entre 1914 y 1918. Pero tales acontecimientos merecen un capítulo aparte en el blog.


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