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Acuña logra el trofeo Zamora en 1950 |
El presidente, Daniel Chaver, dispuso del famoso exdelantero argentino Alejandro Scopelli para el cargo de entrenador, en el que sería su único año como técnico del Deportivo. El sudamericano utilizaba el sistema WM, es decir, un once compuesto por tres defensas en línea, dos volantes, dos interiores, dos extremos y un delantero centro.
En Riazor, el club blanquiazul goleó por 3-0 tanto al Real Madrid como al F.C. Barcelona, venció al Atlético de Madrid dirigido por Helenio Herrera y le endosó una 'manita' al Valencia.
Aspirante al título en la jornada final
El Dépor llegó a la última jornada con un punto de desventaja con respecto al primer clasificado, el Atlético de Madrid, que por entonces contaba ya con tres ligas y había finalizado en segundo lugar los dos años anteriores.
El campeón se decidiría el 23 de abril. Los deportivistas tenían una cita en San Mamés, mientras los colchoneros recibía al otro candidato a liderar la clasificación: el Valencia C.F.
Los herculinos salieron a La Catedral con Acuña, que volvió a ser el portero menos batido y viajó a Brasil para disputar el Mundial; el canterano Ponte, un elegante y voluntarioso defensa que permaneció 12 temporadas en el club coruñés; Waldo Botana, un culleredense que jugó todos los minutos de aquella Liga; los veteranos Pedrito y Guimeráns, que ya habían participado en el primer ascenso del equipo; el interior izquierdo Juanete, un 'ex' del Real Madrid; el argentino Ponce y el noiés Dieste, que tuvieron pocas oportunidades de jugar aquel año; el extremo Tino, natural de San Pedro de Nós, y los sudamericanos Dragoberto Moll y Rafael Franco, que poseían un asombroso dominio del esférico. Es de justicia mencionar a otros miembros de la plantilla, como el goleador Marquínez o el medio de corte defensivo Cheché Martín, que había fichado por el Dépor tras su exilio.
El Athletic de Bilbao, por su parte, afrontó el encuentro con tres míticos futbolistas como Zarra (ganador del trofeo Pichichi aquella misma temporada), Gaínza e Iriondo, que formaron una memorable delantera durante aquella época junto con Panizo y Venancio. Otro nombre ilustre, el guardameta Lezama, defendía la portería local.
En los primeros compases, Rafael Franco adelantó a los gallegos en San Mamés. Todo se puso de cara durante unos minutos, pues el Valencia logró muy pronto una ventaja de un gol. El Deportivo amplió la diferencia gracias a un nuevo tanto del argentino Franco, pero el Athletic reaccionó en la segunda parte mientras los madrileños le daban la vuelta al marcador. Finalmente, los blanquiazules empataron a dos goles en Bilbao y el Atlético hizo lo propio al terminar 4-4 en el Metropolitano. Los colchoneros se convirtieron así en campeones de Liga y el Deportivo ocupó el segundo lugar en la tabla.
Pese a que la década de los '50 presenció la creación de la Orquesta Canaro, el fichaje de Pahíño y el descubrimiento de jóvenes talentos como Arsenio Iglesias, Luis Suárez y Amancio, el Deportivo no superó la 7ª posición en Primera hasta el surgimiento del Súper Dépor.
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